Invasión a Galia 31 dic. de 406

En el año 406 los vándalos, suevos y alanos cruzan el Rin, que estaba congelado, empezando la invasión de Galia. El 31 de diciembre de 406, los alanos, suevos y vándalos cruzaron el Rin, comenzando a invadir la Galia. Los suevos eran un pueblo indoeuropeo, de la familia germánica. El origen geográfico de los suevos no está demasiado claro. Parece que estaban asentados en la costa del Báltico cuando la migración de godos y otros pueblos los empujó al Sur, estableciéndose a finales del siglo I d.C. en el alto Danubio. Allí son citados por primera vez por los historiadores romanos como uno de los pueblos germánicos contra los que luchó Marco Aurelio. Los suevos no eran un pueblo seminómada, como los godos, sino que eran agricultores y, cuando entran en la historia romana, estaban completamente sedentarizados. Sin embargo, la irrupción de los hunos a finales del siglo IV los empuja hacia el curso alto del Rhin, donde, coaligados con alanos y vándalos, intentarán varias veces el cruce del río, siendo rechazados por las tropas de frontera y por los francos al servicio del Imperio, hasta la Nochevieja de 406 en que lograrán el cruce sobre el curso del río congelado.

Los vándalos eran otro pueblo indoeuropeo de familia germánica. Se cree que habitaban las regiones ribereñas del Báltico (en las actuales Alemania y Polonia) hasta que la llegada de los godos los obligó a desplazarse hacia el Sur, un poco actuando como vanguardia de los godos, hasta asentarse en las riberas del Mar Negro, siendo por tanto vecinos y en ocasiones aliados de los godos. Los ataques hunos que destruyeron el reino ostrogodo movieron a los vándalos hacia el Oeste, saltando del valle del Dniester al valle medio del Danubio, donde se encontraron con los suevos ya en movimiento, y con ellos siguieron avanzando hasta el curso alto del Rhin.

Los alanos eran un pueblo también indoeuropeo pero de familia irania. Por tanto, de lengua distinta a la de suevos y vándalos. Se cree que los alanos eran primos de los hunos. Su origen no está claro. Unos apuntan a las estepas de Centroasia, mientras otros los hacen proceder del Norte del Irán. Se trataba de un pueblo nómada en el más amplio sentido de la palabra, y además sometidos s la presión de los hunos, lo que motivó que se desplazaran hacia el Oeste, hasta llegar a las costas y estepas de lo que hoy es Ucrania, donde formaron alrededor del siglo III un reino que abarcaba buena parte de lo que hoy es esta nación. En consecuencia, los godos se los encontraron allí cuando se asentaron en su vecindad. Las relaciones entre ambos pueblos, aunque no se les puede calificar de amistosas, tampoco parecen que estuvieran marcadas por el odio que más tarde sentirían los godos por los hunos. De los alanos los godos aprendieron el uso de la caballería, los estribos, los arqueros a caballo y parte de las artes metalúrgicas que practicaban. Por tanto el contacto entre ambos pueblos debió ser fructífero, especialmente por parte goda. Con los ostrogodos, los alanos trataron de resistir el empuje de los hunos, pero al ser derrotados marcharon hacia el Oeste siguiendo más o menos la ruta que antes siguieron los vándalos hasta llegar al limes romano situado en el Rhin. Los suevos, pueblo sedentario, buscaban tierras y estabilidad. Alanos y vándalos, seminómadas, buscaban botín.

Como ya se ha dicho, estos tres pueblos cruzaron el Rhin la Nochevieja del 406, derrotaron a los francos defensores del limes occidental, y entraron en las Galias. ¿Cuántos eran? No es fácil saberlo. Las estimaciones oscilan entre 100.000 y 500.000 personas. La última cifra es exagerada, mientras que la primera es escasa si se tiene en cuenta que, después de perder rezagados en la Galia , su número seguía siendo lo bastante numerosos como para poblar parcialmente tres provincias. Quizá la cifra de 300.000 personas, de los cuales unos 80-100.000 serían guerreros, es una estimación aceptable. De esta cifra el mayor contingente correspondía a los suevos.

La coalición bárbara cruzó las Galias con rapidez, dejando una estela de pánico y saqueos detrás. Amagaron con asentarse en Bretaña, pero la resistencia de la población local les hizo desistir. A finales del Verano o principios del Otoño de 409 se plantaron frente a la vertiente atlántica de los Pirineos, prácticamente desguarnecidos, y los cruzaron en un amplio frente que iba de Roncesvalles a Somport. Habían entrado en Hispania.


Fuente: Efemerides Culturales, Historicas, Sociales y Políticas